miércoles, 3 de diciembre de 2008

Rehabilitación y terapias biológicas


He terminado mi rotación por el Servicio de Reumatología. La Reumatología está viviendo un gran salto adelante. Las terapias biológicas han revolucionado las pautas de tratamiento.
Os recuerdo, seguro que innecesariamente, cómo actúan estos fármacos. Lo hacen específicamente contra los mediadores de la inflamación y de la respuesta tisular que convierte estas artropatias inflamatorias en crónicas: citoquinas como el TNF o interleukina-2.
El otro día al acabar la consulta, el Dr Carlos González, "reuma" de mi hospital, me hizo un comentario que me pareció revelador:
"Hace sólo unos pocos años nuestra sala de espera estaba llena de sillas de ruedas, ¿cuántas has visto hoy al entrar?"
El avance es innegable pero no parece el final sino más bien el principio del camino. Hay enfermos que van mal a pesar de los biológicos; hay patologías, como la esclerodermia, que no se benefician de ellos; hay efectos indeseables y, por supuesto, hay poca experiencia acerca de sus uso.
Pero al margen del entusiasmo creo que estos pacientes necesitan un tratamiento rehabilitador a la medida. Rehabilitación que, con seguridad, mejorará su calidad de vida. La gran potencia terapeútica de estos fármacos puede tentarnos a sustituir unos criterios rigurosos del especialista en Rehabilitación por una serie de recomendaciones más o menos precisas del especialista en Reumatología que, por otra parte, bastante lío tiene con lo suyo.
No quiero alargarme. Prometo otro post mucho más centrado en la relación de las terapias biológicas con nuestra especialidad

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