martes, 28 de abril de 2009

calidad y medicina, 2

De la calidad, opina mi corrector de estilo, que tiene parte de verdad y parte de tomadura de pelo. Yo me quedo dudando y a la cabeza me vienen el símbolo del Ying y el Yang y la vieja enseñanza: "En medicina nada se cumple nunca al 100%". El que posea una sola verdad absoluta que envie el primer email. Así que seamos un poco laxos, al menos por una vez. Ejemplo: los médicos rehabilitadores nos podemos venir temporalmente abajo al constatar la pobre evidencia de algunos de nuestros tratamientos. ¿Qué debemos hacer ante eso? Yo no tengo dudas, Seguir intentándolo. Insert coin (esto lo escribo en voz baja, se entiende).

Fleming descubrió la penicilina que, como descubrimiento, no parece del todo malo. Los procedimientos de calidad establecen, por ejemplo, que en toda historia clínica deben aparecer las alergias medicamentosas. En consecuencia: ¿qué servicio estaría mejor preparado, llegado el caso, para evitar una anafilaxia por betalactámicos? Mmmm... Seguiremos dándole vueltas.

martes, 21 de abril de 2009

Calidad y medicina, 1


Hoy he empezado un curso sobre gestión de calidad de la Laín Entralgo y de momento, no va del todo mal. Creo que el enfoque que debemos dar los médicos a esto está en relación con nuestra expertise. Me explico: la calidad parece un asunto que interese a los gestores, a los jefes y si me apuras a los políticos. La realidad es que también en nuestro trabajo debe ser clave. ¿Lógico no? Sólo hay que saltar un par de vallas pseudoéticas y nada prácticas, del tipo: "Nunca podré considerar clientes a mis pacientes" y volver a hacernos la pregunta.


Calidad es hacer las cosas no sólo bien sino de la mejor manera posible. Quizá es más llamativo mirándolo por el revés: los costes de la no calidad son altísimos. Pensemos en la fórmula 1: un alerón defectuoso o unos neumáticos inadecuados; La diferencia es perder o ganar una carrera. La no calidad significa devoluciones, fallos, imdenizaciones, o sea, perder dinero. En el caso de la medicina, la NO CALIDAD significa también perder dinero, o sea aumento de costes. Pero no sólo de costes económicos. En nuestro trabajo los costes intangibles: sufrimiento, tiempo perdido, familias con problemas y los muy tangibles: daño y muerte son también consecuencia de la no calidad.

Así que, ya que estamos, vamos a darle un par de vueltas.

martes, 14 de abril de 2009

El compromiso


Una de las cosas, por tonto que parezca, que he ido aprendiendo con este blog gira en torno a la palabra compromiso. Si bien explícitamente no lo he adquirido con nadie sí siento cierto malestar por no escribir con la periodicidad que creo correcta. Como aprendí una vez de un profesor de mi viejo colegio de los Salesianos no importa si tu audiencia son 5 o 5.000; el compromiso, la exigencia debe ser ante uno mismo. ¿Cómo sino?

Intentaré aplicar las lecciones de los curas de mi colegio al blog y a mi formación. Y aseguro ganas de rellenar esta bitácora con contenidos tan interesantes como sea capaz en lo sucesivo.

PD: Para abrir boca se perfilan interesantes proyectos en el ámbito de la rehabilitación 2.0. El congreso nacional de este año promete.