jueves, 18 de junio de 2009

Pacientes con riesgo de caídas, 1


Me tocó dar el pasado martes una sesión en mi servicio y, tras algún cambio de rumbo que otro, escogí hablar del asunto que da título a esta entrada. El tema da juego, es de esos a los que les pega la frase de: paciente de todos, paciente de nadie. Tan cierto como que el generalista, el geriatra o el neurólogo tienen voz en este problema, los médicos rehabilitadores tenemos mucho que decir.
Una de las cosas que me gusta de las superespecialidades médicas es que pueden centrarse en algo aparentemente periférico pero que permite una propuesta desahogada y concienzuda ante algunos problemas. Por razones obvias el médico del ambulatorio no puede preocuparse de pasar un test de la marcha a todo paciente que viene contándole que se ha caído o concocer, por ejemplo, todos los dispositivos de ayuda, ortesis y demás.
Existen factores de riesgo corregibles, otros inevitables (medicaciones necesarias, cambios relacionados con el envejecimineto, etc.) pero el beneficio que podemos aportar es innegable. Sabemos lo trascendente que puede ser una caída evitable en la biografía de un anciano y esa debe ser nuestra motivación.


PD: En el siguiente post escribiré sobre los test específicos de la marcha existentes. Hay un par de detalles dignos de comentario.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena entrada.

De todos los problemas: equilibrio, mala vista, torpeza motriz, sarcopenia en el anciano; las caídas son de los más incapacitantes porque atacan al miedo. Miedo a la soledad, miedo a caerse y romperse la cadera. Esto es una pérdida de autonomía para pacientes ancianos o que tienen problemas motrices u otros con tendencia a caídas.
Les recomendaría, si están en esta situación que contraten, si pueden permitírselo sistemas de teleasistencia. Esto da alguna seguridad a las familias y a los propios usuarios.
Hay varios cientos de miles de estos sitemas funcionando ya.
Lo último: sensores en la cama que detectan cuando se levantan al baño solos y despiertan al cuidador (interesante si hay también daño cognitivo como demencia) o bastones que si se ponen en horizontal y no los pones verticales en los primeros dos minutos alertan a la familia via teléfono móvil.
Lo importante, acostumbrase a manejarlo cuando aún no se necesita porque cuando hace falta ya es tarde.

Lo peor que puede suceder es que alguien se caiga y no pueda pedir ayuda. En urgencias lo hemos visto muchos, hay personas que pasan horas o días en el suelo hasta que alguien se da cuenta. Es terrible.

http://rehabilitacionymedicinafisica.blogspt.com

Anónimo dijo...

Estimado Samfrado, su último párrafo me ha hecho recordar esas noticias terribles del periódico: "anciano encontrado muerto en su casa. Los vecinos le habían echado en falta hace 1 semana."
Tiene Ud. razón y aunque no sea sino por el hecho de que, con un poco de suerte quizá necesitemos ese bastón giroscópico que cita, debiéramos prestar atención a estos jubilados aunque sólo sea porque un tiempo atrás fueron cotizantes. Un saludo
F. Urquijo

Josep de Martí dijo...

Me ha gustado leer este artículo en el que se afrontan las caidas en ancianos desde la perspectiva de la rehabilitación. Las caídas en ancianos que viven en sus domicilios comportan riesgos importantes y deben ser prevenidas. Pero esto no debería hacernos olvidar que la prevención debe ser aún más intensa cuando el mayor vive en una residencia de anciano ya que en este tipo de establecimiento asistencial residen las personas mayores más frágiles. Saludos cordiales y muchas gracias por su post. Josep de Martí, director del portal sobre residencias de tercera edad www.inforesidencias.com

Anónimo dijo...

Muy interesante el artículo. En miresi nos llegan constantemente casos de familias en las que una tonta caída ha supuesto una larga y costosa rehabilitación