domingo, 13 de junio de 2010

El reloj de arena

"No es por los libros que jamás escribiré, sino por todo aquello que ya no podré aprender. He comenzado a estudiar el japonés pero es demasiado tarde, he tratado de leer en hebreo pero mis ojos no divisan los acentos y las tildes. ¿Cómo va uno a esfumarse pacíficamente arrastrando una monumental ignorancia hasta la ignorancia total?"
Anthony Burgess. Confesiones

Algo ligero, o quizá no tanto, para el día de la semana que más se presta a ligerezas. Ojeando la blogosfera, esta nueva suerte de kiosko dominical, he dado con este melancólico artículo de Félix de Azúa, uno de mis favoritos. Unas palabras sobre el aprendizaje y la putada de que el cuello del reloj de arena sea, siempre, demasiado ancho. Feliz domingo.

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